martes, 1 de diciembre de 2015

Atemporal.

¿Verdad que hay lugares que cuando los visitas acabas perdiendo la noción del tiempo? Hoy tuve la ocasión de  visitar uno de ellos y verdaderamente ocurrió tal prodigio. A lo largo de la mañana pocas veces pude discernir si estaba en época medieval o en el presente. El lugar; los edificios; el ambiente reinante; todo el conjunto en sí, rezumaba y transportaba a  tiempos remotos. El paseo resultó de lo más relajante  aunque tras él, la cruda realidad me devolvió al presente con sus prisas; sus tempos; sus incordios y hasta sus insistentes llamadas telefónicas. Menos mal que la fortuna de vivir en Asturias pone al alcance de mi mano el poder repetir tan gratificante paréntesis las veces que desee pues tan sólo está a media hora de mi residencia. Por cierto, el lugar se llama Bandujo y está en el concejo de Proaza.