sábado, 1 de julio de 2017

Gigantes y corceles.

La puesta de sol sorprendió al viajero cabalgando, a lomos de un moderno corcel, por tierras manchegas justo en el momento en que atravesaba un campo de molinos eólicos o quien sabe si no eran gigantes estilizados que aguardaban el ocaso girando pausadamente sus brazos, como queriendo pasar desapercibidos a los ojos de este nuevo Quijote.