El motivo del desplazamiento hasta el embalse del Valdemurio en Quirós (Asturias) había sido otro muy diferente, nada que ver con el reflejado en esta fotografía. Sin embargo, y casi finalizada la visita "oficial", como si de antemano se lo hubiese propuesto, este cormorán acaparó todas las miradas de los presentes en detrimento de los auténticos protagonistas del encuentro, quienes dándose cuenta del "robo" hasta llegaron a justificarlo con un "lo contratamos para que lo fotografiaseis". Y mientras esto sucedía, allí estaba él secando sus plumas al sol, más preocupado de cuando podría estar nuevamente en condiciones de poder volar que de sentirse "protagonista" de nada en la vida de los bípedos que lo contemplaban.
